Ámbito del caso
Atención hospitalaria urgencias.
Motivo de la consulta
Ingesta medicamentosa con intención autolítica.
Historia Clínica
Mujer de 31 años con sentimientos de tristeza, falta de ánimo frustración, pérdida de 12 kg de peso en los últimos 4 meses por hiporexia e insomnio, desesperanza con elevada labilidad emocional llegando a verbalizar ideas de muerte.
Enfoque individual
Mujer 31 años, sin antecedentes patológicos ni enfermedades psiquiátricas. En urgencias: somnolienta, la madre indica que se tomó 30 comprimidos de midazolam. Se hace lavado gástrico, administran flumazenilo y naloxona iv. Constantes vitales normales; ECG y analítica normal salvo tóxico en orina positivo para benzodiazepinas. Posteriormente está consciente orientada y asintomática. Valoración Psiquiátrica en urgencias: escasamente colaboradora, actitud hostil, lenguaje depreciativo, con sentimiento de desesperanza indicando que se encuentra mal desde hace 5 años, con disconformidad de su imagen corporal (estrías en abdomen tras su último embarazo) que dificultan sus relaciones interpersonales, también refiere sobrecarga a nivel laboral y con la crianza de sus hijas indica que ya no puede más sola, que quiere morirse, reiterándolo en varias ocasiones.
Enfoque familiar y comunitario
Soltera, madre de 2 niñas de 7 y 5 años.
Hija única de padres separados.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Es diagnósticada de Trastorno depresivo mayor con ideas suicidas. Estableciendose un diagnóstico diferencial con Consumo de sustancias tóxicas.
Tratamiento, planes de actuación.
Inicia tratamiento con escitalopram a dosis bajas; explicándole que el fármaco tarda 3 semanas en comenzar su efecto y la importancia de tomarlo cada día y lorazepam 1 mg por la noche si insomnio y/o crisis de ansiedad hasta que el antidepresivo empiece a hacer efecto.
Evolución
2 meses después se encuentra bien, más sonriente, indicando que duerme y come bien, ha vuelto a trabajar; se reajusta la dosis de escitalopram y continúa en terapia combinada.
Conclusiones (y aportación para el Médico de Familia)
Hay pocos trastornos psicológicos que sean tan debilitadores y ninguno que produzca tanto sufrimiento como la depresión pero con una oportuna intervención de tratamiento psicofarmacológico podemos ayudar a nuestros pacientes. En general los pacientes depresivos y con ideas suicidas están dispuestos a hablar de sus intenciones y para algunos la necesidad de desahogarse con alguien que les toma en serio es terapéuticamente positivo. Para el diagnóstico y seguimiento en atención primaria de un paciente con depresión mayor, la familia es un pilar fundamental, puede cooperar aportando información sobre la estructura y funcionamiento familiar. Además puede contribuir a que el enfermo realice correctamente el tratamiento y acuda a sus citas de seguimiento, alertando de la aparición de síntomas de alarma.
Palabras clave: (Máximo 3,extraídas del “Medical Subject Headings” (Mesh))
Depresión, suicidio y tratamiento.